
Para tratarse de un remake de una de las más famosas películas de navidad de la historia, Miracle on 34th Street no está nada mal. A pesar del tiempo y de ciertos ligeros cambios, sigue siendo una historia muy dulce que, si bien gira en torno a una tienda por departamentos (llamada Cole, ya que Macy's rehusó prestar su nombre) logra transmitir un mensaje que va más allá del típico consumismo decembrino, en el ataque despiadado que la sociedad hace contra un hombre cuyo único crimen es decir que él es el verdadero Santa Claus.
Esto nos lleva Richard Attenborough, que simplemente está genial como Papá Noel. En serio, si no supiese muy bien que no existe, hubiera jurado que realmente era él. Aunque debo reconocer que la principal razón por la cual esta película supera a la versión original es por su resolución final, mucho más imaginativa y creible de lo que se hacía en la versión anterior.
¿Por qué me gusta? Porque aquel que no se enternezca con la escena en la que Santa Claus, para sorpresa de todos, habla en lenguaje de señas con una niña sorda, es que no tiene corazón.