
En el año 3000, la Navidad (ahora rebautizada como "X-Mas") ha dejado de ser una fiesta de regocijo y felicidad para convertirse en una época de terror; el momento en el que Santa Claus (un malvado robot armado hasta los dientes) baja a la Tierra proveniente del Polo Norte de Neptuno a sembrar el caos y la destrucción a los incautos terrícolas. Sus hazañas han sido recordadas por siempre como The Gingerbread Massacre.
Este es el genial inicio de uno de los mejores episodios de Futurama, titulado A Tale of Two Santas, en el que Fry y sus amigos viajan hasta Neptuno para poner fin de una vez por todas al reinado de terror de Santa Claus y devolver la feliz Navidad consumista a los habitantes de la Tierra. El resultado es sin duda una de las más notables piezas de comedia que pariera esta espectacular serie de animación, con un Santa Claus que ya hubiera querido para sí Norman Rockwell y un montón de referencias veladas a los clásicos pop decembrinos, sin olvidar por supuesto el inevitable número musical en el que los protagonistas animan a los elfos (neptunianos) a acelerar aún más su ya de por sí esclavizante trabajo.
¿Por qué me gusta? Pues porque definitivamente los niños de todo el mundo harían bien en tomar ejemplo de este episodio, para así estar preparados el día en que Santa Claus llegue a la inevitable conclusión de que todos somos malos y nos merecemos el peor de los castigos. Así que esta Navidad, ya sabes, cierra las puertas y ventanas, despídete de tus mascotas y prepárate para una ola de destrucción.